Mi primer mes

Despues de tres dias maravillosos en Buenos Aires con los otros 65 estudiantes de intercambio de YFU, viajé con Lola (estudiante yfu de Francia) a Tandil. Mi nuevo hogar por los próximos 10 meses. Nunca antes había estado tan nerviosa como en esas 4 horas en el micro. Manejamos horas por campos infinitos con solamente vacas y el horizonte hasta que vimos el cartel de bienvenida a Tandil. ¡Sentí nervios en mi estomago!

Mi familia anfitriona me recibió muy bien, pero fue raro ser la más grande de la casa. Tengo tres hermanitas: Catarina (11 años), Delfina (14 años) y Sofía (16 años). Con Sofía compartí una habitación y un colegio, estoy muy agradecida de que ella quiere compartir todo eso conmigo. Me puedo imaginar que no es fácil...

Claramente tengo también dos padres, Stella y Leo. Tienen su propia empresa en Buenos Aires, así que el padre vive allá la mayoría del tiempo.

No es fácil escribir este blog, hay tantas cosas que quiero contar. Después de cada frase pienso otro detalle que también es importante para describir esta experiencia. ¡Hay tantas diferencias chiquitas y grandes entre Argentina y Bélgica que en tan solo este mes podría escribir un libro!

Voy a Ayres del Cerro, un colegio chiquito y muy familiar que no se parece nada a mi escuela en Bélgica. En todo el sexto año hay más o menos 25 alumnos y dos orientaciones: ciencias naturales y comunicación. La diferencia con ‘het Xaveriuscollege’ (mi colegio de Bélgica) es que ahí éramos mas o menos 120 alumnos en el sexto año de la secundaria. Había 8 orientaciones y 6 clases con +/- 25 alumnos en cada clase y nadie hubiera tenido la idea de darle un beso a tu profe! Acá en Tandil, salgo del colegio a las 14hs (¡algunos días a las 13!), en Bélgica a las 16:10hs... Pero, acá empezamos a las 7:20hs. Es una hora mas temprano que en Bélgica, por lo tanto no es fácil acostumbrarme a levantarme a las 6 ;)

¡Tantas cosas nuevas en un mes, todo es muy emocionante! Pero obviamente no todo es fácil, necesito expresarme en otro idioma y esto puede causar situaciones incómodas. Utilizar palabras que no existen, no entender lo que dicen, o que los otros no te pueden entender. Cuando mis compañeros, familia, y otros hablan rápido, no entiendo nada. Por eso hay veces que estoy muy silenciosa y en verdad soy una chica que habla un montón. Acostumbrarme a que no puedo participar en algunas conversaciones, no es fácil pero también sé que en algunos meses va a mejorar. Necesito concentrarme todo el día para entender lo que dicen, eso es muy agotador pero también siento que en tan solo un mes ya he mejorado increíblemente.

Faltan muchas cosas por descubrir, hay un montón de cosas que todavía no sé. Pero de algo estoy segura: ¡el tiempo vuela

Mi familia anfitriona y yo